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Publicado: 17/11/2016
Varios perros con displasia de cadera han pasado por nuestra clínica veterinaria en el Campo de Gibraltar. Hoy te hablamos del tratamiento y de la prevención de esta terrible dolencia.
La displasia es una enfermedad hereditaria, no congénita y degenerativa del hueso. Consiste en una malformación de la articulación coxofemoral (articulación de la cadera): la cabeza del fémur no es redonda y por lo tanto no se mueve correctamente en el acetábulo (cavidad del hueso pélvico). Según el grado de desarrollo, el perro sufre y pierde movilidad.
Las razas grandes y gigantes, como el pastor alemán, son más propensas a padecer displasia, por culpa de su peso y de su rapidez de crecimiento. Si el diagnóstico se confirma, tu clínica veterinaria en el Campo de Gibraltar te propone soluciones que variarán en función de la edad del animal, de su tamaño y del daño sufrido por la articulación. El tratamiento médico cuenta con condroprotectores, antiinflamatorios y analgésicos. También se podrán contemplar diferentes tipos de intervenciones quirúrgicas.
Previamente y/o paralelamente a los tratamientos veterinarios, ¿qué puedes hacer en casa? Controla el peso de tu perro, ya que el sobrepeso castiga más la articulación. No renuncies a su rutina: dale más paseos, pero menos largos e intensos. Llévalo a nadar para luchar contra la atrofia muscular sin desgastar las articulaciones. Cuida su alimentación. Hazle masajes cuando notas que sufre mucho. Si su movilidad se ha reducido demasiado, piensa en una silla de ruedas adaptada. Al tratarse de una enfermedad de trasmisión genética, descarta a tu perro como reproductor, incluso si tiene pedigrí y te hace ilusión: es la única vía para acabar con la enfermedad a largo plazo.
En tu Centro Veterinario Albatros, te asesoramos acerca de la mejor solución para prevenir, detectar y tratar la displasia de cadera. Tu perro tiene derecho a una buena calidad de vida. No permitas que sufra: te ofrecemos soluciones.